Al contrario de lo que muchos piensan, la culebrilla o herpes zóster no puede ser transmitida de una persona a otra. Sin embargo, este virus causado por la varicela (varicela zóster), sí que es capaz de propagarse por una persona que lo padezca a otra persona que no haya tenido la varicela, en cuyo caso no le afectará la culebrilla, sino la varicela. Como ya sabíamos, este virus se propaga a través del contacto directo con las distintas secreciones originadas por las ampollas de la culebrilla. Se podría decir que si alguna de estas secreciones de los sarpullidos cae en la piel de otra persona, es probable que ésta sufra la varicela, siempre y cuando no la haya pasado en su niñez.
La culebrilla y su método de transmisión
Del mismo modo, el afectado por la culebrilla sólo podrá propagar el virus zóster cuando los sarpullidos estén en la fase de ampollas, por lo que la persona no es contagiosa después de que aparezcan dichas ampollas. Una vez formadas las llamadas costras, la persona deja ser contagiosa.
Lo cierto es que el herpes zóster o culebrilla es menos contagiosa de lo que se cree. De hecho, es menos contagiosa que la varicela, la cual tiene un mayor riesgo de contagio.
Consejos en caso de padecer la culebrilla
A continuación le ofrecemos una serie de consejos que deberá seguir si le ha afectado este tipo de herpes.
- Evitar, a toda costa, tocarse o rascarse el sarpullido.
- Mantener el sarpullido correctamente cubierto.
- Lavarse con frecuencia las manos y evitar con ello la propagación del virus varicela zóster.
- Hasta que los sarpullidos no sean costra, evita el contacto con:
- Bebés recién nacidos con bajo peso.
- Mujeres que se encuentren embarazadas y que nunca hayan tenido la varicela.
- Personas portadoras del VIH o con sistema inmunológico débil.
Si sigues todos y cada uno de estos consejos, evitarás padecer la culebrilla. Si por el contrario ya sufres esta afección y estás buscando una solución, puedes ver como se cura la culebrilla en el link anterior. También ha que tener en cuenta, las posibles complicaciones del herpes zóster.